jueves, 17 de marzo de 2016

HOY ES EL DÍA DE...


SAGRARIO


Me llamo Sagrario Belmonte Ayora, nací en Turre. Mis padres se llamaban Antonio e Isabel. Somos seis hermanos, los mayores son mellizos y las dos últimas también son mellizas, mi hermana Isabel y yo somos las del medio.

Tuvimos una infancia muy buena, pues mis padres eran muy buenos, pero por aquellos tiempos la vida no era como ahora, que los críos tienen todo, antes nos conformábamos con lo poco que había.
Siendo yo muy pequeña mi padre tuvo que emigrar, nos quedamos todos con mi madre y mi abuela, recuerdo que mi padre estuvo mucho tiempo sin venir y cuando volvió yo me escondí, pues no le conocía.

A los 8 años hice la primera comunión, lo recuerdo muy triste pues al no estar mi padre, mi madre no vino conmigo. Yo al ver a las demás niñas con sus madres me puse a llorar y me salió sangre por la nariz y me manché el vestido. También recuerdo que con once años iba montada en la burra a Mojácar a lavar la ropa y de vuelta me traía una carga de agua, que me tenían que cargar las personas que había allí, pues yo no alcanzaba. También iba al judío a por agua, segar alfalfa para los animales que tenía mi madre.

Después emigramos todos a Barcelona pero jamás olvidaré aquel viaje, una tía mía nos mando una foto de una casa de campo que alquilaban, según ella tenía alrededor muchos árboles frutales y cuando llegamos allí eran todo pinos. Quiero contar el viaje que hicimos, nos fuimos todos metidos en un camión, como íbamos a una casa de campo mi madre aprovechó y se llevo cerdos, gallinas, conejos... todos los animales que tenía, y ahí íbamos todos revueltos sin respirar.

Cuando cumplí los catorce años mi hermana y yo empezamos a trabajar en una fábrica textil, más tarde nos fuimos a Vilanova il Geltru y nos colocamos en otra fábrica.


Siendo yo muy pequeña el que es mi marido hoy en día ya iba detrás de mí y cuando vio pasar el camión por las Alparatas estaba cogiendo hierba y dijo: "alguna vez te encontraré", pero me perdió la pista, él emigró también. Estuvimos muy cerca pero no lo sabíamos, él trabajaba en Gavá, pero no nos llegamos a ver. Después se fue a Francia, allí le dieron mi dirección y al momento vino a verme. Tras varios viajes me fui con él y a los tres meses me casé cuando cumplí la mayoría de edad.

Allí estuvimos siete años, nació mi hija la mayor, después nos vinimos para Barcelona y más tarde aquí a Turre, después nacieron mis otros hijos, pues tengo cuatro: M°Luisa, Isabel, Sagrario y Antonio.

Ahora la vida es mejor que antes, aunque la gente trabaje tiene más tiempo libre para el ocio y hacer actividades, antes solo era trabajar. Yo por ejemplo a mis setenta años intento pasarlo lo mejor posible, hago actividades que jamás pensé que podría hacer, voy dos veces por semana a la Escuela de Adultos, aprendemos mucho con Marina, que es nuestra profesora, tenemos muy buen ambiente con todas las compañeras, no dejando de recordar a Carmen, que es la mayor de todas y es un encanto. El jueves también vamos a las clases de Ejercitación de Memoria y por último voy a natación, donde he aprendido a nadar. Todas estas cosas antes no se hacían, había mucha esclavitud, sobre todo para la mujer, no se podía ir a un bar, todo estaba mal visto y ahora al contrario, hacemos todo lo que nos apetece, así que ahora la vida es mucho mejor que antes. Lo que hace falta es que vivamos muchos años, para poder disfrutar de todo lo que tenemos que es mucho.




Sagrario Belmonte